Recogida de algas
María Sofía da Costa Tavares
Burela, Lugo. 2023
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Esta es la playa donde cogíamos algas. Solo se trabajaba en verano. Normalmente madrugábamos mucho. Igual salíamos de casa a las 6 o 7 de la mañana. Mi madre controlaba dependiendo de la luna y de las mareas, pues si estaba la marea más baja era cuando podías coger algas. Llevábamos comida o merienda y todo el día hasta por la tarde. Bajaba hasta las rocas por esta zona, que ahora está todo pelado, hasta más allá. Y arrancábamos algas, hacíamos montañas y luego las metíamos en el saco. Fue ahí donde aprendí la tradición de cargar todo en la cabeza. Y después de carretear las algas, tenías que tenderlas en el suelo para secarlas, porque secas valían más. Ibas juntando, hacías como una montaña, mi madre cubría con plástico y cada dos semanas venía un camión a llevarlas, y también eso, echarlas en el camión... Se organizaba en familias, sobre todo las mujeres. A mí lo que me gustaba, cuando acababas la temporada a finales de agosto o septiembre, era que mis padres, bueno, mi madre nos compraba con ese dinero los libros escolares, compraba los chándales de marca y ya ibas contenta para el colegio.